lunes, 4 de noviembre de 2013

Zigzagueando para avanzar

Una de las características del tránsito de Lima es que muchas veces uno, al manejar, debe andar en zig-zag si es que quiere seguir avanzando. Y esto puede implicar reaccionar y mover el timón de forma rápida y violenta continuamente, o cerrar el paso a otros (con el muy ocasional choque); y viéndolo desde una perspectiva más macro, solo algunos del grupo de conductores harán esto o podrán hacer esto en un momento dado, mientras que el resto quedará atrapado detrás de colas esporádicas.

¿Por qué ocurre esto? No es muy difícil de deducir que, a la izquierda, giran (y esperan para completar el giro), y a la derecha, se paran micros y taxis impredecible e indefinidamente (y también giran, pero la demora es ínfima usualmente). Idealmente, uno debería poder seguir de frente continuando por un mismo carril en la mayoría de los casos, sin tener que adivinar las probabilidades de que el de adelante vaya a detenerse o esperar para voltear, ni tener que reaccionar a ello. Ciertamente eso contribuiría a reducir el estrés y la agresividad al conducir en hora pico.

"Cómo atravesar Aramburú: Guía para principiantes"

¿Cómo mejorar esto? En este blog ya se ha mencionado que Lima debe ordenar los giros a la izquierda, segregando esa acción en carriles exclusivos de giro (ergo, con una cola que no obstruya a los que siguen de frente) y, por supuesto, haciendo cumplir la norma. En cuanto al lado derecho de la pista, ordenar el transporte público haría más predecibles sus paradas y tiempos de parada, al igual que formalizar y ordenar a los taxis para que no puedan negar viajes y sea innecesario negociar tarifas.

Sin embargo, a veces del lado izquierdo de la pista ya no hay más espacio para construir un carril de volteo donde se necesita. Pero cabe la casualidad de que del lado derecho, sí hay espacio extra. ¿Cómo hace la Municipalidad normalmente en esos casos? De esta forma (pro-tip: está mal hecho):

Izquierda: Javier Prado llegando a Petit Thouars, en el pasado.
Derecha: Angamos llegando a Aviación, en el presente.
El resaltado es propio.

Ah, qué simple. El carril izquierdo sorpresivamente se convierte en uno para voltear. Y para compensar, del lado derecho aparecen nuevos carriles para seguir de frente. Entonces, toda la masa de vehículos que quiera seguir de frente hará un zig-zag de carril hacia la derecha en simultáneo, coordinado, y perfectamente sincronizado, como una coreografía de baile, para que los que estaban al extremo izquierdo puedan salir de ahí y seguir avanzando de frente, ¿verdad?

¿Verdad?
Fuente: Google Earth
¡No pues! Ese verde de ahí ya perdió, al igual que cualquiera que desconozca cómo funciona ese (horrible) cruce y no sepa que el costado izquierdo es una vil trampa. Y si mediante multas se hace cumplir las normas respecto al uso de los carriles, esos dos ejemplos serían trampas para sacar dinero. Entonces, ¿cómo debería de hacerse? Pues, es un poco obvio, y si lo pintan bien a la primera, el costo adicional es cero: para zigzaguear a toda la masa de vehículos, deben zigzaguear los carriles. El tráfico no debería adaptarse a la pista, sino la pista guiar al tráfico.

Así. ¿Notan la sutil diferencia?
Cosas muy obvias, ¿no? Pequeños detalles que, si se hicieran bien, ayudarían en algo a reducir la congestión.

¿Algún ejemplo internacional? Bueno, los suizos con sus calles angostas son fanáticos de ondear carriles para hacer espacio a otras cosas, como carriles de volteo, o como este paradero de tranvía en Zurich:

En la versión peruana, el carril izquierdo se convierte en vereda sin ninguna advertencia.
Fuente: Google Earth