sábado, 1 de noviembre de 2014

El problema del Corredor Azul

El problema del corredor de buses de las avenidas Arequipa y Tacna es que pretende cubrir una demanda de pasajeros que debe ser atendida por una línea de metro.

Particularmente en hora pico, los buses parecen siempre desbordados, y las colas en los paraderos, eternas. A mediados de septiembre, la desaprobación del corredor por parte de los limeños era alta, y ello es lamentable pues este sistema busca ordenar el caótico transporte público en nuestra ciudad. Pero existen medidas paliativas que pueden aplicarse y que podrían mejorar la operación de este sistema en el mediano plazo, hasta que se construya la línea de metro planeada.

¿Sí o no, azulín?
Fuente: Andina

Resumen
En versión breve, esta es la premisa que se desarrolla en este post:
1. Los buses no alcanzan para cubrir la demanda de pasajeros. Más buses son necesarios en el corredor.
2. Pero con más buses, y con el funcionamiento actual de los paraderos (con los buses en cola entrando uno por uno), las demoras del sistema serían mucho mayores.
3. Es necesario replantear el funcionamiento y extensión de los paraderos para que el sistema pueda cubrir más demanda y funcione mejor, con un abordaje más eficiente.


Una mirada al pasado
Primero, echemos una mirada al sistema combi. ¿Cómo era el sistema informal de micros que operaba en la avenida Arequipa? En una palabra: caos. Como en cualquier otra avenida de nuestra querida Lima, veíamos a los micros pelearse por pasajeros, corretear, cerrarse unos a otros, y dejar y recoger pasajeros en cualquier lugar.

En hora punta, durante una luz roja, se podía ver tal vez a dos micros dentro del espacio establecido por un paradero, dejando y recogiendo pasajeros. Detrás de estos, y delante de estos, y al costado de estos (en medio de la pista), podía haber más micros dejando y recogiendo pasajeros a su antojo, aprovechando que todo el tráfico estaba estático por el semáforo. Entonces finalmente, en un momento dado algunos micros usaban el paradero, y otros usaban los alrededores del paradero; al avanzar la masa de tráfico, varios nunca usaban el paradero 'de verdad'.


Hoy en día
El sistema combi impera en toda la ciudad, fuera del eje del Corredor Azul. Pero en el corredor, los pasajeros hacen cola en los paraderos para esperar a los buses, y los buses los recogen y dejan en los paraderos (en la mayor parte de los casos). Es un sistema bastante más ordenado.

Orden.

Sin embargo, el nuevo corredor tiene un problema: le falta más capacidad de pasajeros; necesita utilizar más buses, en particular en las horas punta. La Municipalidad alegaba que había un exceso de demanda que se daba por la gratuidad de los viajes, pero esta aseveración ya se ha desacreditado al mantenerse la demanda tras el fin de su etapa gratuita. Entonces, sí, se requieren más buses en el corredor Tacna-Arequipa para cubrir la demanda de pasajeros existente. Pero ello generaría un problema, que veremos en dos partes. En primer lugar, habría más de esto:

¡Aglomeraciones de buses!
En la imagen superior, hay cinco buses repletos de pasajeros, uno tras otro. Eso fue una aglomeración espontánea ocurrida durante la operación del Corredor Azul en horas de tráfico. Si se agregaran más buses, estas aglomeraciones serían más frecuentes y más grandes.

Ahora, para ver la segunda parte del problema, volvamos al funcionamiento de los paraderos. El que los pasajeros hagan una cola para ingresar por orden de llegada a los pocos espacios disponibles en el Corredor es una muestra de civilidad, qué duda cabe. Pero el problema surge cuando los buses tienen que hacer cola para llegar a la cola de pasajeros, y todos los buses (aglomerados) tienen que esperar a que el primero de la fila termine el abordaje, para avanzar una posición más.


Este funcionamiento, por más ordenado que sea, genera pérdidas de tiempo innecesarias en los paraderos para todos los buses que no sean el primero de la fila (y para sus pasajeros), y ello se vería más frecuentemente al tener a más buses operando en el corredor (y tomando más turnos para usar cada paradero).

Alternativa de solución
La Municipalidad debe sacrificar un poco el orden en favor de la eficiencia, romper la cola de pasajeros, y dejar que estos aborden simultáneamente todos los buses que se encuentren en fila para ingresar al paradero. Y si se desea que esto parezca un poco más civilizado (para que no haya abordaje "fuera del paradero"), los paraderos más tugurizados podrían contar con cinco o más espacios para buses pintados en la pista, uno tras otro, en lugar de solo uno o dos como se ve actualmente. La civilidad podría mantenerse con una cola para comprar pasajes en cada paradero.

En esto, habría un paralelo con el sistema combi; en este, se puede decir que todos los micros luchan para jalar pasajeros al mismo tiempo, sin importar dónde estén parados. No existe el concepto de hacer cola. Por eso es que, irónicamente, el sistema informal no tiene tales demoras en los paraderos. Pero el hacer un llamado al abordaje simultáneo en el Corredor Azul no significa renunciar al orden o volver al sistema combi (siempre y cuando los buses estén pegados a la derecha); después de todo, ello es lo que ocurre en los metros.

¿Se imaginan que todos los pasajeros hagan una sola fila?

Y un corredor de buses que intenta cubrir la demanda de un metro debe intentar funcionar como un metro. En algunos puntos del Corredor, sí se da un cierto abordaje simultáneo, por ejemplo entre los distintos servicios de estos buses, pero esto debe generalizarse a todo el sistema, especialmente considerando su mayor necesidad de incrementarse el número de unidades.

Un pequeño inconveniente en esta solución es la falta de espacio adecuado; un paradero bien hecho no debe ubicarse en accesos vehiculares como garajes o salidas de estacionamientos (por cuestiones de seguridad para la gente que espera los buses). Pero al extender hacia atrás los paraderos actuales de la Av. Arequipa, sería inevitable toparse con estos espacios inadecuados. Esta medida de extender los paraderos, entonces, no puede ser definitiva; debe realizarse solo como un paliativo hasta que se construya el metro, y cuidando la seguridad de los pasajeros.

Lo óptimo sería que la gente no espere a los buses parada frente a garajes.


Vías paralelas como opción
Por supuesto, podría dispersarse un poco la demanda de la Avenida Arequipa al utilizar también las vías inmediatamente adyacentes a esta para el Corredor Azul: Arenales y Petit Thouars. Sin embargo, al sur de Javier Prado no existe Arenales como vía complementaria adyacente hacia el sur, y al sur de Pardo no existe Petit Thouars como vía complementaria hacia el norte. Entonces esta alternativa tendría que evaluarse bastante bien, tomando en cuenta la demanda en distintos tramos, y la posibilidad de que los buses ingresen a calles residenciales como Prolongación Arenales (con la consecuente oposición de los vecinos).


Javier Prado: crónica de un apocalipsis anunciado
Después del corredor actual, el siguiente a implementarse será el de las avenidas Javier Prado y La Marina. Ahora, a simple vista, observando la cantidad de micros, ¿cuánta demanda tendría este corredor?

Mucha.
Fuente: Google Earth
Si la cantidad de buses a utilizarse logra cubrir la demanda, deberá usarse el abordaje simultáneo con mucho más ahínco y urgencia que en la avenida Arequipa. De lo contrario, si se abordan los buses uno por uno, las demoras serán de proporciones épicas.

Lamentablemente, según este artículo, se planea reemplazar unos seis mil micros que actualmente recorren estas avenidas con solo 329 buses (e, inicialmente, con solo 120). Estos números podrían ser imprecisos, pero si algo puede adivinarse a partir de la implementación del corredor de la Arequipa, es que en este nuevo corredor los buses utilizados no se darán abasto. Después de todo, la Javier Prado también es parte de una ruta planeada de metro.

Para que los nuevos corredores funcionen en avenidas con una carga de pasajeros extremadamente alta, se debe usar una cantidad de buses que cubra esta carga. Y como ello generará aglomeraciones de buses, se debe fomentar su abordaje simultáneo.