miércoles, 23 de octubre de 2013

La autopista Panamericana

En este post, me refiero a la autopista Panamericana en su paso por Lima. Hay muchos aspectos por mejorar de esta vía, ya sea para facilitar su uso, mejorar la fluidez de su tráfico, o por cuestiones de seguridad.

En primer lugar, los carriles de aceleración y desaceleración escasean. Para clarificar, estos son carriles de ingreso o salida, que sirven para tomar velocidad y unirse a los carriles de circulación de la autopista, o para ir reduciendo la marcha y salir a otra vía de menor velocidad. Su propósito es evitar que se interfiera con la marcha de los demás vehículos de la vía. En las autopistas interestatales de Estados Unidos, para una velocidad de 80 km/h, se recomienda (¿o se requiere?) una longitud mínima de 150 metros para carriles de aceleración, y de 96 metros para carriles de desaceleración. Entonces, siempre que se accede o sale de una de estas autopistas, hay un carril para ello, que puede estar delineado con rayas blancas bastante cortas. Se ve algo así:

Bastante espacio para acelerar o desacelerar
Fuente: Google Earth
 En Lima, en cambio, muchas veces tenemos esto:

Salida casi perpendicular
Fuente: Google Earth

Un conductor entra directamente a un carril de circulación. Como resultado, tiene que esperar un rato para ingresar de forma segura, o (comúnmente) solo entrar y hacer frenar a los que vienen por la autopista (y apretar el acelerador a fondo con la esperanza de evitar ser chocado por el chofer distraído que viene detrás).

En el año 2009 se amplió el ancho del tramo que atraviesa al distrito de Surco, de tres a cuatro carriles de circulación por sentido. Sin embargo, en esta construcción se desperdició una oportunidad para hacer varios de estos carriles (y otros existentes desaparecieron o se acortaron), se eliminó gran parte de la señalización, y se cometieron muchos errores que hasta pueden resultar peligrosos para los conductores. Algunos de estos problemas se describen en el siguiente video:



La Panamericana no es una vía segura. Si un conductor comete un error, podría despistarse fácilmente y perder el control. Los árboles al centro de la autopista pueden ser muy bonitos, pero también pueden ser trampas mortales, al igual que los postes de alumbrado y las columnas de los puentes.

Trampas mortales.
Fuente: Google Earth

Ese espacio central, que es solo un terral con esos árboles, postes y columnas, no tiene ningún elemento que pueda contener a un vehículo; es fácilmente traspasable, y por lo tanto no impide que se invada el carril contrario con consecuencias fatales.

Existe un concepto llamado "vías que perdonan"; estas "perdonan" los errores de un conductor, de manera que no paguen esos errores con sus vidas, las de sus pasajeros, o las de terceras personas. Un despiste a alta velocidad puede ocurrir en fracciones de segundo, y lo que suceda después no dependerá tanto de quien esté al volante como del medio en que se desplace. Idealmente, el diseño de la autopista debería tener barreras que eviten un despiste; habría choques menores, sí, pero menos serios. Curiosamente, hay otras secciones de la Panamericana que sí tienen barreras, como se ve en la siguiente imagen.

Sólida barrera al centro.
Fuente: Google Earth
Otra causa de tráfico en la autopista es el transporte público, que no ingresa adecuadamente a los paraderos sino que se detiene en medio de la vía, obstruyéndola. Resolviendo este problema se incrementaría bastante la fluidez del tráfico en la Panamericana, pero esto no se va a solucionar con el diseño de la vía; requiere de un cambio en los incentivos para el transporte público. Sin embargo, en algo ayudaría el tener paraderos con carriles para acelerar y desacelerar, y que no estén al ras de la pista sino separados por algunos metros como mínimo.

Finalmente, los problemas de la autopista no se limitan a la Panamericana Sur. Idealmente, la Panamericana Norte dentro de Lima debería ser toda una vía rápida sin ningún cruce a nivel, y poco a poco se ha ido construyendo pasos a desnivel en varios cruces. Pero estos no están exentos de errores. Por ejemplo, escasean las bermas laterales en los puentes; entonces si un vehículo se descompone, tendrá que detenerse en la autopista y obstruir todo. En tierra firme se pueden construir fácilmente, pero para hacerlo en un puente habría que ampliar toda la estructura. Y en segundo lugar, a veces pareciera que se privilegia al tránsito de las vías laterales por sobre el tránsito de los pasos a desnivel (que debería ser "la autopista"). Un ejemplo se da al final del puente de Habich, donde los tres carriles de la vía lateral ingresan de golpe y porrazo a la principal, en lugar de angostarse poco a poco a lo largo de por lo menos cien metros como debería ser. Probablemente haya un policía controlando el paso en la imagen inferior. No sorprenden las colas:

¿Autopista? ¡Ja!
Fuente: Google Earth

Y bueno, así estamos. Hasta la próxima.

lunes, 7 de octubre de 2013

Taxis en Lima: problemas y posibilidades

Más de 230 mil taxis se dice que hay en nuestra ciudad. Eso es más o menos 1 taxi por cada 39 habitantes. Es una cantidad excesiva por donde se lo mire. Tomando en cuenta el origen de los viajes, en Manhattan, Nueva York, opera aproximadamente 1 taxi por cada 117 habitantes, lo cual representa la tercera parte del total de taxis por habitante en Lima.

Manhattan. Solo 1/3 de los taxis de Lima por habitante
Fuente: Google Earth
Y si ampliamos la visión a toda la ciudad de Nueva York, con alrededor de 8 millones de habitantes y 46 mil taxis y vehículos similares (los taxis amarillos escasean fuera de Manhattan), resulta que hay 1 taxi por cada 173 habitantes.

Los taxis en Lima son un medio de transporte muy conveniente, en particular debido a su abundancia. Sin embargo, también ocasionan congestión en tres formas o situaciones diferentes: el espacio ocupado en las vías, el tiempo de negociación, y la espera de pasajeros (la cuarta forma sería 'romper reglas de tránsito' pero ello es común a los conductores de Lima en general). Para cada una de estas situaciones, hay una posible solución.

Espacio ocupado y cantidad
Esto se trata de la cantidad de vehículos haciendo taxi que se encuentran en las pistas. Resulta bastante ineficiente tener muchos taxis vacíos alargando las colas para el transporte público y privado, y para los taxis que sí llevan pasajeros. No hay estadísticas públicas sobre la proporción del tiempo promedio en que un taxi lleva un pasajero o está vacío, o sobre cuántos de estos taxis se encuentran vacíos en un instante cualquiera. Si dijera que un taxi está lleno solo 35% del tiempo, o 70% del tiempo, estaría adivinando pues no tengo los datos (si es que existen siquiera); nuevamente, en Manhattan, la distancia que un taxi recorre vacío (buscando pasajeros) representa en promedio el 39% del total. Me arriesgo a decir que en Lima este número es bastante mayor.

¿Cómo arreglar esto? ¿Menos taxistas? En primer lugar, es muy importante considerar el impacto social que tendría realizar una reducción abrupta del número de taxistas. Si tomamos 230 mil taxis como nuestro número, y asumimos que hay un taxista por cada uno de estos vehículos, entonces veríamos que el oficio de taxista abarcaría el 5.2% de la población económicamente activa de Lima. Sí, es bastante. Es un montón. Pero ahora, están aquellos que viven de ser taxistas, y están aquellos que solo hacen taxi de vez en cuando, o para rentabilizar su trayecto de la chamba al hogar.

Creo que todos aquellos que tomamos taxi preferimos conductores que se mantengan en la formalidad, que garanticen seguridad, y de preferencia que estén adecuadamente registrados e identificados. Las últimas cifras indican que hay alrededor de 120 mil taxistas inscritos ante la Municipalidad tras el último proceso de empadronamiento. Podemos partir limitando el universo de taxistas a estos conductores registrados; posiblemente este universo abarque la mayoría de los taxistas de tiempo completo. Para los conductores restantes, si optaron por permanecer en la informalidad y no registrarse, piña: quedan fuera. Ahí entra a tallar la policía e inspectores de tránsito para hacer valer el monopolio de la formalidad. Y para los formales, deben aplicarse nuevas reglas a detallar más adelante.

Alternativamente, o complementariamente, podría utilizarse un sistema de pico y placa. Esto se usaría si es que se comprueba que los taxistas pasan un tiempo excesivamente largo en búsqueda de pasajeros. Así, un día a la semana podría restringirse la circulación para ciertos taxistas (dependiendo de su número de placa, y asegurándose que no haya más de un vehículo por cada taxista) para así tener un número ligeramente mayor de clientes potenciales por cada taxi en las calles.

El tiempo de negociación
Escenario 1: una persona para un taxi en una avenida transitada. A través de la ventana del pasajero, negocia la tarifa. No hay acuerdo entre pasajero y conductor y el taxi se va. Atrás hay otros dos taxistas en cola. Pasa el siguiente taxista y comienzan a negociar. "No voy", responde el taxista, y se va. Llega el tercer taxista, pasajero y conductor llegan a un acuerdo, y se inicia el viaje. Desde que se inició la primera negociación hasta que se abordó el taxi final, pasaron 50 segundos en que 10 conductores particulares, y un bus con 45 pasajeros, perdieron el semáforo atrapados detrás de la cola de taxistas o en el intento de escapar.

Escenario 2: una persona para un taxi en una avenida transitada. Abre la puerta, se sienta atrás, y cierra la puerta mientras le dice al taxista: "vamos a la cuadra 20 de Benavides por favor". El conductor arranca en dirección al destino, pues conoce la ubicación por sus capacitaciones con el Setame, sabe que tiene prohibido negar un viaje a cualquier punto de Lima Metropolitana, y la tarifa estándar entre origen y destino se encuentra establecida en un tarifario. En total, el vehículo permanece detenido menos de 10 segundos, y es debatible si esto ocasionó que alguien perdiera un semáforo.

Bueno, el problema y las soluciones ya están mencionados. La negociación previa al abordaje puede resultar conveniente tanto para el pasajero como para el taxista, pero no lo es para el resto de usuarios de la vía. Además, hay otras ventajas de estas soluciones. Si un taxista formal no puede negar un viaje a un pasajero, este no tendrá que pasarse preguntando a varios taxistas si lo quieren llevar; si se encuentra capacitado en cuanto a las ubicaciones de la ciudad, sabrá cómo llegar sin demorarse preguntando; y si hay un tarifario estándar, el taxista recibirá suficiente compensación, y el pasajero no pagará en exceso por desconocimiento.

"¿Cien soles? ¡Acepto! *hic*"

¿Por qué un tarifario y no un taxímetro? En primer lugar, por el costo. Si sabemos que hay un exceso de taxis hoy en día, obligarlos a adquirir e instalar y constantemente calibrar nuevos equipos (taxímetros) para sus vehículos, o adquirir nuevos vehículos per se, les representa un costo de salida del negocio y ello dificulta una reducción de taxis. En segundo lugar, por las diferencias socioeconómicas en la ciudad. Un taxista puede cobrar diferente por un viaje de un kilómetro en San Isidro, que por un viaje de un kilómetro en San Juan de Lurigancho. Si el precio por kilómetro se estandariza hacia arriba, se perjudica a las personas de menor poder adquisitivo (y si se estandariza hacia abajo, se perjudica a los taxistas). Diferenciar las tarifas por zonas de la ciudad salva en algo esta diferencia. Finalmente, por un tema de predictibilidad. Si cualquier persona puede descargar un tarifario estándar, cualquier persona puede saber cuánto le deben cobrar de una ubicación a otra, y es también mucho más fácil fiscalizar su cumplimiento.

Demás está decir que el tarifario estándar debe ser el resultado de estudios de las tarifas actuales, y que debe haber provisiones claras para evitar ambigüedades e incentivos perversos. Para fiscalizar su cumplimiento y la prohibición a la negativa de viaje, puede utilizarse inspectores encubiertos. Muchos de ellos. Cientos de ellos. Bien puede haber una tarifa mensual para los taxistas formales que facilite cubrir estos costos para mantener el monopolio de la formalidad.

La espera de pasajeros
Esto se refiere al tiempo en que los taxis se encuentran estacionados, normalmente en algún punto de alta afluencia de público, a la espera de pasajeros. ¿Cuál es el problema aquí? Pues, idealmente esta espera la harían en paraderos especiales para taxis. Pero estos paraderos son muy escasos en la ciudad. Por lo tanto, se estacionan en la vía pública y causan obstrucciones.

También, muchas veces se estacionan en los paraderos destinados al transporte público. Entonces, en la práctica, impiden el adecuado funcionamiento de estos paraderos y exponen a las personas a tomar buses en medio de la pista (y obligan a los buses a detenerse en plena autopista en el caso de la Panamericana).

Taxista estacionado en el paradero de buses.
Fuente: Google Earth
Adicionalmente, hay avenidas donde los taxistas están (o deberían estar) prohibidos de tomar o dejar pasajeros, como Larco o Abancay, pues el carril derecho es exclusivo para buses. Sin embargo, ahí los vemos, invadiendo el carril de buses o parándose al centro de la pista para que el pasajero negocie en medio de la vía con buses rozando a su costado. Lo mismo vale para las pocas vías donde se señaliza una prohibición de detención.

¿Qué se necesita? Aparte de más enforcement en el lugar, se necesitan más paraderos de taxis. Y además, se debe establecer prohibiciones de tomar taxis fuera de estos paraderos en los lugares donde existan y en sus áreas de influencia cercanas (porque, si no, ¿para qué esperan esos 10 taxis en el paradero si los pasajeros van a tomar los que pasan al costado?)

Y dentro de los paraderos de taxi, se debe combatir el problema del 'sapito', en que todos quieren estar adelante y salir primero y para ello se estacionan en doble o triple fila obstruyendo la pista (problema descrito en mi post anterior sobre las combis). El funcionamiento debe darse por orden de llegada: los pasajeros siempre deben tomar el taxi de adelante. Cuando este sale, los de atrás avanzan una posición, y así sucesivamente. Como este orden espontáneo no va a ocurrir nunca, se necesita la presencia de inspectores de tránsito que hagan cumplir este orden. Además, se requiere de un incentivo: el de caminar menos. Si el inicio de la cola del paradero coincide con la puerta de salida de un local importante, este orden se cumplirá fácilmente; si esa puerta en cambio coincide con el final de la cola del paradero, los potenciales pasajeros preferirán caminar menos y tomar los últimos taxis en llegar, rompiendo con el orden deseado.

La seguridad
Hay dos tipos de seguridad relevantes en este tema: seguridad contra el crimen y seguridad vial. En lo concerniente a lo primero, si todos los taxistas son formales y se encuentran plenamente identificados y registrados ante el Setame, con sus identificaciones y número de placa al interior del auto y a la vista de los pasajeros, resulta mucho más improbable ser asaltado al interior de tal vehículo. Asimismo, puede ser sencillo realizar una queja contra un conductor irrespetuoso o agresivo.

En cuanto a seguridad vial, también puede resultar más sencillo realizar quejas sobre la conducción imprudente del vehículo. Y si se busca limitar el número de taxistas en la calle, la cantidad de multas por infracciones graves o muy graves puede ser un criterio a utilizar.

Otro criterio a utilizar puede ser el tipo de vehículo. Los 'ticos' deben quedar fuera: son peligrosos, inestables, y pueden fomentar maniobras arriesgadas de conducción debido a su pequeño tamaño. Pueden volcarse con facilidad, como se ve en los primeros segundos del siguiente video:


Conclusiones
Con una mayor formalidad y el establecimiento de paraderos especiales, no solo se podría tener un mayor nivel de seguridad para los pasajeros de taxis; también se aligeraría un poco el tráfico y el caos vial, y un sistema como el descrito podría resultar más conveniente tanto para pasajeros como para conductores de taxi. No habría problemas regateando por tarifas, ni con choferes que se nieguen a ir a un destino.

Para los demás conductores, resultaría bastante más conveniente. Hoy en día, para aquellos conductores que quieren girar a la derecha, se aplica la Ley de Murphy: si estás a la derecha y hay una cola de taxis adelante, no van a avanzar; pero si tratas de adelantarlos, avanzarán justo a tiempo para arruinarte la maniobra. Con un sistema alterno, podría aplicarse la predictibilidad: si un taxi se para adelante, seguramente estará andando de vuelta en menos de diez segundos y no habrá que adelantarlo.

domingo, 6 de octubre de 2013

Señales que Lima podría utilizar

La ciudad tiene una gran falta de señalización, qué duda cabe. Pero además, tiene una ausencia de varios tipos de señales que no existen en el país y que podrían usarse para regular y normar el tráfico un poco mejor, para informar mejor a los conductores, o para adaptar la ley a la realidad. Veamos algunos ejemplos.

Información de ubicación y direcciones
Fuente: Google Earth
Porque, claro, es bueno saber dónde estás y hacia dónde llegas en qué direcciones. Y estos paneles deben ubicarse antes de los cruces importantes en lugar de en los mismos cruces porque, claro, ¿de qué sirve saber que tengo que ir a la izquierda cuando ya llegué al semáforo pegado a la derecha? En Lima los conductores se ubican solo por experiencia; este tipo de señales escasea, y muchas veces no informan bien (en la imagen de arriba, las indicaciones son para el siguiente semáforo recién, no para esa calle) o incluso están desactualizadas (¿cuándo era El Polo doble sentido a la altura de El Derby? ¿1990?). Idealmente, la señalización debería poder guiar vagamente a un turista a su destino. Y más idealmente, puede complementarse con lo siguiente:

Direcciones de los carriles
Variedades de EEUU
Fuente: Wikimedia
Este tipo de señales ha comenzado a ser utilizado en la ciudad hace bastantes años, pero de manera muy vaga. Naturalmente, sirven para indicar en qué direcciones se puede ir en cada carril en el siguiente cruce. Acá se ubican normalmente en postes al costado de la pista para el carril que esté más pegado al poste, pero idealmente deberían ubicarse arriba de la pista, suspendidas encima de cada carril (para que quede bien claro). Pueden acompañar a las señales informativas mencionadas anteriormente, o pueden ir junto a los semáforos también. Y claro, siempre es mejor que se ubiquen con anticipación, como en el siguiente ejemplo de Praga:

Más claro, imposible. Para ahorrar costos, podrían suspenderse con cables.
Fuente: Google Earth

Deben complementarse con las flechas pintadas en la pista (que, cuando hay mucho tráfico, no se ven). Y estas flechas pintadas deben ubicarse desde antes del cruce, y repetirse varias veces hasta llegar al cruce, para que quede claro.

Ahora, obviamente, acá en Lima se maneja como sea, con vehículos atravesándose del extremo izquierdo a la derecha de ser necesario. Pero si se quiere ordenar esto algún día, se debe comenzar señalizando bien.

Salidas de autopistas - Solo Salida
Fuente: Wikimedia
Con esta señal, queda bien claro que ese carril por donde estás yendo, sí, ese encima del cual se encuentra esa señal que apunta hacia abajo, va a salir de la autopista hacia la Calle 23. Si quieres salir a la Calle 23, sigue en ese carril de frente; si quieres continuar en la autopista, cambia de carril. Más claro, imposible. Pero acá en Lima, tenemos que confiar en nuestra experiencia y en nuestra memoria de que ese carril de la derecha se va hacia Javier Prado, y el del costado sirve para seguir de frente o también para ir hacia Javier Prado. Por ende, es mejor comenzar a usar paneles informativos de este tipo.

Pare en todas las direcciones
Variedad de EEUU
Fuente: Wikimedia
¿Qué significa esto? Esta señal de Pare además informa que, en el cruce de calles donde se ubica, hay una señal de Pare en cada una de las direcciones ("All Way Stop") y que, por lo tanto, todos deben parar y pasar en el orden en que llegaron al cruce. En Lima lo usual es que siempre haya una vía preferencial, y una donde se tiene que esperar. Pero esto puede llevar a esperas excesivas en la vía no-preferencial, y también puede haber una visibilidad muy pobre. Alternativamente podría ponerse un pequeño mapa del cruce como en Quebec:

"Arrêt" = Pare
Fuente: Wikimedia


Ahora, ¿funcionaría? Es muy probable que no, mientras tengamos un tráfico salvaje y no domesticado. Pero en un futuro, puede ser. Mientras tanto, sería más acorde con la realidad utilizar:

Dientes de tiburón
¿Qué es eso?
Fuente: Wikimedia
Lo más similar que tenemos a eso en Lima es una línea de parada (que acompaña a una señal de Pare), pero de esas donde en verdad nadie para porque se puede ver perfectamente desde mucho antes que no viene ningún carro en la vía que cruza (a menos que sí vengan, en cuyo caso sí pararían). En otras palabras, es una "línea de ceda el paso". Se usa bastante en Europa, donde las personas que hacen pistas son racionales y entienden perfectamente que en muchos casos, un conductor puede mirar sin detenerse completamente (y no como en EEUU donde si en un 'Pare' las llantas no se detienen completa y absolutamente, se aplica la multa). Y obviamente, es más barato que poner una señal vertical de "Ceda el Paso" y se gasta menos pintura que pintando esas palabras en la pista.

Ahora, también puede servir para indicar de forma clara y concisa la preferencia en las ciclovías. Puede indicarse que desde un vehículo se tiene que ceder el paso a una ciclovía, o que una ciclovía tiene que ceder el paso a los vehículos de la pista, o que de una ciclovía se cede el paso a otra ciclovía.

Aquí los ciclistas tienen preferencia
Aquí los ciclistas ceden el paso
¿Nos serviría en Lima? Podría servir si algún día comenzamos a implementar ciclovías. Entre vehículos, también podría servir para reemplazar algunas señales de Pare. Pero con esto lo único que se haría es establecer legalmente algo que ya ocurre de facto, para dar más prerrogativas legales a los conductores en el remoto caso de que, algún día, se haga cumplir la ley.

No detenerse, pero ¿dónde y hasta dónde?
De izquierda a derecha: Canadá, Australia, EEUU, Europa
Fuente: Wikimedia
Todas esas señales significan "no detenerse". Acá también tenemos una, que es una "E" tachada por una X roja. Sin embargo, las señales aquí mostradas también tienen flechas, que pueden ser hacia la izquierda, hacia la derecha, o en ambas direcciones. Lo que indican es dónde está prohibido detenerse (antes, después, o tanto antes como después, de la señal). ¿Pero a la izquierda y a la derecha? ¿Por qué no arriba (adelante) y abajo (más atrás)?

Para entender esto, hay que visualizar que, usualmente, estas señales no se ubican totalmente perpendiculares a la pista, totalmente al frente del conductor, sino en diagonal, a 45 grados (alrededor del eje vertical). Entonces, estas flechas en verdad no apuntan a los costados, sino en diagonal (a los costados y ligeramente hacia adelante o hacia atrás).

Entonces si uno de estos cartelitos está del lado derecho de la pista, la flecha hacia la izquierda es la que indica hacia adelante; pero si el cartelito está del lado izquierdo de la pista, la flecha hacia la derecha es la que indica hacia adelante. ¿Confuso? Sí, un poco al comienzo. Tal vez sea más claro con una flecha para arriba indicando hacia adelante, y una hacia abajo indicando hacia atrás:

Más claro.
Fuente: Google Earth

Esto debería implementarse aquí, de esa forma o con alguna variante que signifique lo mismo, pues aquí necesitamos de esa regulación. Los conductores en Lima se detienen en cualquier lugar, así sea frente a un semáforo en verde (o justo después de uno), causando tráfico innecesario. Actualmente, no hay realmente una forma clara para regular esto, fuera de la señal de "No detenerse" que no indica en qué momento cesa la prohibición y que puede resultar confusa en cuanto a dónde está la prohibición.

Al igual que esas señales, existen unas similares para "No estacionar", pero en Lima contamos con la pintura amarilla que establece esas zonas de forma más o menos clara.

Divagando un poco del tema del post, también debe establecerse claramente la diferencia entre 'estacionar' y 'detenerse'. Si un auto se para de la nada del lado derecho de la pista, ¿se ha detenido o se ha estacionado? ¿Cómo se diferencia? Incluso, puede establecerse una situación intermedia: detenerse para cargar o descargar pasajeros o carga. En algunos países se diferencia entre "standing" y "stopping"; una prohibición a lo primero significa que uno solo puede detenerse si va a subir o bajar algún pasajero (o alguna carga); una prohibición a lo segundo significa que ni siquiera esto está permitido.

Preferencia a los ciclistas
Un recordatorio.
Esta señal sería más para un futuro en que se implementen ciclovías en Lima al por mayor, a los costados de las avenidas; un futuro en que, también, se reconozca el derecho de paso de los ciclistas, al igual que el de los peatones (la señal podría incluir un dibujo de un peatón también). Serviría como un recordatorio, como una advertencia a los conductores distraídos.